tag:blogger.com,1999:blog-12792886132229960762024-03-13T11:50:24.320+00:00InopíaEl Imperio de las letras locasUnknownnoreply@blogger.comBlogger22125tag:blogger.com,1999:blog-1279288613222996076.post-60797835396922956512014-02-25T19:12:00.000+00:002014-02-25T19:17:07.263+00:00La bruja Roja<div style="text-align: justify;">
NinaRi recortaba pececillos de papel en
su habitación cuando entre el celofán y los folios de colores encontró
papel de plata, pensó que el plateado daría un toque vivo a los
pececitos para su fiesta de cumpleaños, que coincidía con la fiesta de
“el pescado de abril”. A NinaRi le encantaba decorar sus cumpleaños con
pececitos de colores, así el festejo era más divertido y todos se hacían
bromas.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Cogió las tijeras e intentó cortar el
papel de plata. Se le daba bien cortar, no era como los otros niños de
su clase, que dejaban los bordes comidos y desiguales pero aquel papel
no cedía a la cuchilla de las tijeras. Le dio la vuelta: <i>Una niña de alma apasionada liberará una tierra mermada. </i>Las palabras brillaban muy juntas en el papel, con una caligrafía alargada que se retorcía en los extremos. “<i>¡Será una broma!</i>” pensó ella.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Escuchó un silbido dentro de su cabeza, que la llamaba entre soplidos “<i>ven niña, niña del ArcoIris, ven y vuela conmigo, vuela</i>“.
Detrás, el espejito de su cómoda comenzó a brillar. Se acercó con la
curiosidad imprudente y osada de los niños. Si aquello era una broma,
era la mejor broma que había visto jamás.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Cogió el espejito pero no vio su reflejo,
sólo vio un arcoiris que se marchitaba. De pronto todo fue oscuridad,
escuchó un sonido tan fuerte que se acurrucó y cerró los ojos. Cuando
volvió a abrirlos pudo ver de nuevo como el arcoiris permanecía en el
cielo mientras sus colores se derramaban como se derrama el agua de un
vaso.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Enfrente una lechuza la miraba con ojos enormes y amarillos: <i>“Por fin has venido, niña de los mil colores. Te llamas NinaRi ¿verdad? Ahora lo sé, lo sé porque estás aquí.”</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
“<i>Y ¿dónde estoy?</i>” se preguntó NinaRi, pero no se atrevió a decirlo, persona o animal, aquella lechuza era un desconocido. <i>“Estás en Inversa, pequeña NinaRi, te he traído para que me ayudes.”</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El ave hablaba, aunque no pronunciaba
ningún sonido pero ella lo escuchaba en su cabeza. Pluma le explicó que
Inversa era un mundo mágico, donde los colores tenían gran importancia,
más incluso que respirar o comer. Pero uno de los colores quería
resaltar sobre los demás, el rojo, o mejor dicho La Roja. Roja quería
que toda Inversa fuese de su color y para ello empezó a esconder los
colores debajo del cielo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pluma le indicó que sólo una criatura como ella, de todos los colores, podía sacar los demás colores y repartirlos.<i>“Pero
están debajo del cielo, no sé cómo llegar allí, ni siquiera puedo
llegar a alcanzarlo”. “Piensa en números NinaRi, si juegas con los
números, los colores también querrán venir a jugar” </i>contestó el ave.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En su colegio pintaba números en el suelo
y jugaba a la rayuela con sus amigas pero necesitaba tizas de colores.
De repente una suave brisa rozó su hombro, y flotando apareció una caja
de tizas blancas. El viento de la necesidad siempre llevaba las cosas a
donde eran necesarias. Así que pintó una gran rayuela en el suelo y
NinaRi comenzó a jugar mientras Pluma silbaba una cancioncilla <i>“tengo unas tijeritas que se abren y se cierran. Yo toco cielo, yo toco tierra…”.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Poco a poco, la tiza blanca del
suelo comenzó a cambiar de color, después del blanco vino el azul,
después el amarillo, el naranja y el violeta, y finalmente el verde. La
rayuela entera era de todos los colores del arcoiris y en las zonas
donde se unían aparecieron colores nuevos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Ya tenía los colores con ella pero ¿cómo
repartirlos? Todo en aquel mundo le pareció muy divertido, así que se le
ocurrió que lo mejor sería seguir jugando. Llevaba un vestido blanco
con un cinturoncito rojo, a juego con la boina que esa mañana le había
regalado su madre. Su madre… “<i>¿se enfadará mamá si…? ¡No! No porque no lo mancharé ¡son colores!”</i>.
NinaRi tenía una idea, una fantástica idea: se llevaría los colores en
su vestido. Al arcoiris sólo le faltaba un color, el rojo, y en su
vestido faltaban todos los demás.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Enseguida su vestido se volvió multicolor y Pluma alzó el vuelo: <i>“sígueme amiga roja, amiga de mil colores”. </i>NinaRi
comenzó a correr y cuando estuvo cansada apareció a su lado un caballo
color berenjena, y la tomó en su lomo y cabalgó tan rápido que el tiempo
se detuvo. Pero mientras corría, los colores se fueron esparciendo y
poco a poco desaparecieron de su vestido hasta que fue blanco de nuevo. A
su alrededor todo había recobrado sus colores: el cielo era celeste, el
césped verde, el sol amarillo y naranja, las nubes blancas, rosadas, el
gamo pardo, las flores de cientos de colores y lo que no había pérdido
sus colores ahora brillaba con más fuerza.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>“Ven niña, ven rápido”</i> Pluma la
esperaba bajo un manzano y le explicó que para acabar con la bruja roja
tendría que masticar algo rojo, una manzana por ejemplo. Apareció a su
lado el Lago Espejo, el que todo lo muestra pero no vio su reflejo. En
su lugar había una muchacha, mayor que ella, con un vestido rojo y una
boina roja, y una manzana en su mano. NinaRi la observó <i>“es la Bruja Roja ¡muerde la manzana, date prisa!”</i>
ululó Pluma en su mente. NinaRi la mordió y el reflejo hizo lo mismo.
Tragó y la acidez le raspó la garganta pero siguió mordiendo hasta que
el reflejo desapareció del todo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Había vencido, había devuelto los colores
a Inversa y había acabado con la Bruja Roja. Después Clandestino le
mostró su extraño país y conoció al Rey Blanco. Conoció a muchas
fantásticas criaturas y antes de que terminara el día, NinaRi se cansó y
durmió.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>“Despierta mi pequeña NinaRi ¡hoy es tu cumpleaños!” </i>mamá
le traía el desayuno a la cama, como en todos sus cumpleaños: zumo
natural, croissant, baghette con mermelada… y una boina roja envuelta en
papel de regalo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxPd_d_sVSceaZwdCqWSDCXQ-i9IqlSQWkskj8tMfkh73p_dHs-fTFgc1YnJjUHin_crLgrVU4Fhfixt_gEPBL9kq7N1FRKwGngXQX8XraGszPB4_8RC8o40Y3kFGb6yvxzgHDzOzRvbY/s1600/blancanieves+mordiendo+la+manzana.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxPd_d_sVSceaZwdCqWSDCXQ-i9IqlSQWkskj8tMfkh73p_dHs-fTFgc1YnJjUHin_crLgrVU4Fhfixt_gEPBL9kq7N1FRKwGngXQX8XraGszPB4_8RC8o40Y3kFGb6yvxzgHDzOzRvbY/s1600/blancanieves+mordiendo+la+manzana.jpg" height="302" width="400" /></a></div>
<br />
<b>* esta historia es una precuela de <a href="http://mokuentos.blogspot.com.es/2013/04/el-secreto.html" target="_blank">"El Secreto"</a></b></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1279288613222996076.post-45572505543184799862013-05-08T17:04:00.005+01:002013-05-08T17:04:49.907+01:00La Chica Dragón<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Sucedió hace cientos de
años en un lugar extraño un suceso extraño. Fue en un valle áspero, de
tierra rojiza y aire cargado, bien protegido de males ajenos, rodeado
de volcanes dormidos que muy de vez en cuando soltaban una bocanada
oscura de sus pulmones de azufre. Sus habitantes andaban descalzos con
callosidades en los pies, negros, quemados por el calor, y a pesar del
fuego no sentían el calor, los niños allí nacidos tenían la piel dura
que rara vez se rasgaba o arañaba. La gente era fuerte como escamas de
dragón.</div>
<div style="text-align: justify;">
En una extraña noche, donde la luna no era más que un anillo de luz
con fondo oscuro e interior oscuro, la reina dio a luz un huevo. El
huevo era dorado, de dos palmos de diámetro, tenía incrustaciones de
escamas plateadas y brillaba como una hermosa joya. Supieron en seguida
que se trataba de un huevo de dragón, leyendas había muchas sobre
aquellas criaturas pero jamás se había vuelto a ver ninguna y por
respeto o por miedo fue conservado entre almohadones en una sala del
castillo, pero como el suceso fue tan extraño nadie habló de él.</div>
<div style="text-align: justify;">
Pasaron algunos meses, en los que el
huevo fue olvidado en aquella alejada sala a la que nadie entraba pero
en un amanecer rojo como la sangre un volcán explotó y mientras los
habitantes del reino sacaban agua de los pozos subterráneos para apagar
la ira del fuego, empezó a arder el ala oeste del castillo, allí se
encontraba el hermoso huevo dorado.</div>
<div style="text-align: justify;">
Una vez se calmó el volcán, el fuego pudo
ser controlado y la reina corrió a descubrir el destino de su hermoso
huevo. La habitación entera había ardido y el pasillo se había teñido de
negro carbón, la reina cogió entre sus manos el huevo, que ya no era
dorado sino negro, oscuro y feo, temieron la ira del dragón y que éstos
volvieran pero algo extraño sucedió. La cáscara comenzó a romperse, de
su interior eclosionó una niña pequeña, rubia de ojos claros con la piel
tersa y fina, al ponerla en el suelo comenzó a llorar y vieron
quemaduras en sus pies. No era hija del Valle de Fuego, no aguantaría el
calor.</div>
<div style="text-align: justify;">
A pesar de todo, seguía siendo la niña
del huevo y la hija del rey, aunque fuera desde las alturas, el trono le
correspondía, así que construyeron para ella una alta torre, que
sobresalía por encima del más alto volcán y allí el aire era puro y
limpio.</div>
<div style="text-align: justify;">
Unos años después llegó la desgracia, el
volcán volvió a explotar y esta vez lo siguieron todos los demás. El
valle quedó cubierto de lava y sobresalía en medio de aquel espeso mar,
una torre. La princesa lloraba: qué sería ahora de ella, quién la iba a
cuidar. Para colmo de sus males, volvieron los dragones. Ella conocía
las viejas historias, su madre se las había contado, eran feroces
criaturas que escupían fuego por sus fauces y ningún temor tenían, pues
su magia los protegía.</div>
<div style="text-align: justify;">
Pasaron varios días en los que ni
siquiera salió de su cama, había sentido a un dragón posarse en su
tejado y lo había visto surcar el cielo con sus alas negras. En alguna
ocasión éste asomó la cabeza y rugió a la princesa pero apenas cabía ni
la mitad de su boca por la ventana. Sus colmillos eran terribles,
oscuros también, salvo su lengua que era violeta y los ojos de carmesí,
todo el dragón era la misma noche.</div>
<div style="text-align: justify;">
En uno de esos días, la princesa apreció
un patrón, el dragón volvía por las noches, gruñía por su ventana y
luego se iba, cuando volvía la miraba, aparecía su gran ojo y la
observaba, después se iba y desde el tejado gruñía de nuevo hasta que se
dormía. Poco a poco, la princesa dejó de tenerle terror, se asomaba a
la ventana e incluso le hablaba al dragón y los patrones siempre se
repetían. No le hacía daño e incluso parecía que la fiera le sonreía.</div>
<div style="text-align: justify;">
Comenzó a acariciarlo, éste se dejaba
acariciar y aunque había más dragones, éstos la ignoraban. El Dragón
Negro les rugía y desaparecían, o trazaban círculos en el cielo, o
envolvían la torre de nubes, o cantaban mirando la luna. Y fuera como
fuese, comenzó a amar a los dragones y los comprendía. Se atrevió en una
de esas a lanzarse al vacío y su dragón fue a su encuentro, la recogió
en su espalda y surcaron el cielo. Poco a poco comenzó a descender y
ella temió el fuego pero la lava estaba fría y lisa, su tacto fue suave y
el único calor lo produjo el sol, a su alrededor se posaron los
dragones: uno era rojo con los ojos anaranjados, otro púrpura con alas
rosadas, otro era verde con reflejos amarillos, había también un dragón
azul, otro plateado, un dragón dorado pero ninguno era negro. Todos
inclinaron la cabeza ante ella y para su asombro, apareció un joven con
el cabello oscuro como la noche.</div>
<div style="text-align: justify;">
Cientos de años atrás habían quedado
desde que los dragones abandonaron el valle y el motivo había sido el
nacimiento de un niño. Una fría mañana, los volcanes se habían dormido y
una dragona dio a luz un niño.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://moneika.files.wordpress.com/2013/05/daenerys-dibujo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="339" src="http://moneika.files.wordpress.com/2013/05/daenerys-dibujo.jpg" width="640" /></a></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1279288613222996076.post-76840165100600981772013-05-02T16:52:00.003+01:002013-05-02T16:54:53.772+01:00El Dragoncito<div style="text-align: justify;">
Había una vez una dragona que
vivía en un valle muy bonito, situado entre dos montañas coronadas de nieve. En
el valle había un campo de flores de muchos colores y todos los animales que
allí vivían eran muy felices, excepto la dragona. Y es que esta dragona quería
un dragoncito, y todas las noches esperaba que una cigüeña le trajera de París
un bebé dragón. Pero siempre amanecía sin que apareciera la cigüeña.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Mamá dragona
estaba muy triste porque ella quería tener su dragoncito y cuidar de él, y
llevarlo a jugar al campo con las ardillas y los pequeños cervatillos. Un día,
Mamá dragona se desesperó y se propuso ir a París para preguntarle a la cigüeña
porqué no le llevaba a su dragoncito. Así que Mamá dragona salió del valle y
dejó atrás las montañas.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Caminando se encontró con dos enormes dragones
que peleaban y Mamá dragona, asustada, les preguntó por qué lo hacían. El
dragón rojo, enfurecido, le dijo: “Es este dragón negro, que no quiere darme
ese hueso”.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Y el dragón
negro replicó enseguida: “¡Eso es mentira! La culpa la tiene el dragón rojo,
que no quiere dejarme su cueva”.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Mamá dragona
meditó largamente, hasta que le dijo al dragón negro: “Ese hueso es tan grande
como una ballena, suficiente para alimentar a los dos durante un año ¿por qué
no lo compartís?”</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
El dragón
negro contestó: “No me parece correcto. Yo encontré ese hueso solo. No quiero
compartirlo”.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Mamá dragona
dijo: “Entiendo lo que dices. Buscaré otra solución”. Y Mamá dragona volvió a
meditar cómo podía ayudar a dragón negro y a dragón rojo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Y dirigiéndose
al dragón rojo, le dijo: “Señor dragón ¿podría enseñarme su cueva? Sólo quiero
verla, se lo prometo”.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
El dragón rojo
asintió, y los tres fueron a ver su cueva. La cueva era tan grande como una
montaña entera y Mamá dragona quedó sorprendida. Les dijo: “Pero esta cueva es
muy grande, lo suficiente para que duerman los dos ¿Por qué no la compartís?”.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
El dragón rojo
replicó: “No me parece correcto. Yo solo encontré esta cueva. Lo recuerdo
perfectamente, era una noche de tormenta y llovía a cántaros”.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Mamá dragona
volvió a decir: “Entiendo lo que dices. Buscaré otra solución”.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Entonces Mamá
dragona meditó una vez más, esta vez más tiempo que las anteriores. Después de
mucho meditar, Mamá dragona dijo: “¡Ahora ya encontré la solución perfecta! Los
dos tienen algo que el otro quiere, y creo que si tú, dragón negro, puedes
compartir tu hueso con él, el dragón rojo puede compartir la cueva contigo, y
los dos seréis felices”. Y los dos dragones quedaron muy complacidos.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
“¿Cómo podemos
ayudarte, Señora dragona? Tú nos has ayudado a nosotros, y nos parece justo que
ahora te ayudemos a ti”. Dijeron los dos dragones, que ahora eran muy felices.
Mamá dragona se puso triste y les contó que ella había estado esperando mucho
tiempo a que una cigüeña le trajera de París un dragoncito a quien cuidar y dar
amor.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
En ese
momento, se oyó una pequeña vocecita que venía de detrás de unos arbustos, que
decía: “No desesperes más, Señora dragona, yo soy la cigüeña que buscas. No
podía llegar a tu valle porque estos dos dragones estaban peleando, y a mi me
daba mucho miedo. Pero he visto lo que has hecho, y no se me ocurre una mamá
mejor para este dragoncito que traigo”. Y escondido en una manta había un
pequeño dragón que dormía. Era muy bonito, con escamas violetas que brillaban
con los reflejos del sol.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Mamá dragona
estaba muy feliz, y después de mostrarle todo su agradecimiento a la cigüeña,
volvió feliz a su valle con su dragoncito, que la seguía feliz porque él
también llevaba mucho tiempo esperando una mamá que lo amara.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Y junto con
ellos fueron también dragón rojo y dragón negro, que ahora eran muy amigos, y
todos cuidaron y jugaron con el dragoncito en aquel bonito valle, escondido
entre dos montañas.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://moneika.files.wordpress.com/2011/03/dragoncito.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="331" src="http://moneika.files.wordpress.com/2011/03/dragoncito.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1279288613222996076.post-50982457550512943272013-04-17T01:10:00.000+01:002014-02-06T18:49:12.867+00:00Corazón de León<div style="text-align: justify;">
Hay amantes que cantan halagos a través de una lira, otros que se miran y embelesan en las alturas de un balcón y también hay amantes que, por pena o por fortuna, mueren a causa de su amor.</div>
<div style="text-align: justify;">
El verano fue angosto, la guerra había llegado, el Rey reclamaba la soberanía de las tierras del norte, donde se alzaba valiente el pueblo de los Leones. Sus cabelleras siempre ondeando al viento, sus armas afiladas, su fuerza daba terror.</div>
<div style="text-align: justify;">
Lina era la guía de aquel pueblo libre y su corazón era frío como el hielo, sus manos fuertes como ramas y su voz era más tenaz que el rugido de un león. Encabezaba la marcha, ésta sería la decisiva, pues muchos hombres habían caído ya de ambos bandos, el destino de los pueblos se decidiría en esa batalla.</div>
<div style="text-align: justify;">
Había sido una guerra de muchos años, muchos años de muerte y muchas muertes de inocentes, y quién comenzó aquella contienda.</div>
<div style="text-align: justify;">
Veinte años atrás León Borngrab, el nacido entre los rugidos de la noche, hijo del honorable Rey Meildton desertó de su posición y amenazó al Rey, su hermano menor Meildton II. Llevaba en las venas la sangre de su madre, Lenora la dama del sur, conocida en muchos reinos no sólo por su hermosura sino también por el brío de sus actos y sus palabras, defendía su condición como defendía a su pueblo.</div>
<div style="text-align: justify;">
Lina era su vivo retrato, hermosura y bravura en un mismo cuerpo, pero el corazón se hace débil si alguien consigue alcanzarlo.</div>
<div style="text-align: justify;">
La compañía se estableció ante las puertas de la ciudadela, al amanecer la guardia real abriría sus puertas y atacaría al pueblo libre, comenzaría el fin de la gran guerra: morirían hombres libres y valientes o soldados nobles leales a su rey.</div>
<div style="text-align: justify;">
Por la noche, mientras todos dormían, el capitán de la guardia, hijo adoptivo del rey, se escabulló a través de la muralla hacia la playa, donde se encontraría con su amada. Recordó a aquel que desertó de su posición, el instigador de esa guerra, pero quién puede resistirse a los designios del corazón. Había sido un hijo tierno, un capitán compasivo y un soldado virtuoso, pero era también un amante en la sombra, un amante prohibido, un amante prófugo, un traidor.</div>
<div style="text-align: justify;">
Allí estaba ella, con su melena al viento, sus pies en la orilla del mar, la blanca espuma empapando los bajos de su falda rala. Vestida de doncella no parecía un guerrero, debían matarse y eso lo sabían pero de noche se amaban, sólo la luz de la luna los protegía.</div>
<div style="text-align: justify;">
Se abrazaron y entre suspiros escuchó de sus labios la trayectoria que su amor tomaría: <i>Yo soy y el león y tú eres la distancia entre mi presa y yo.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
Antes de besarse, antes de separarse, antes del amanecer y la muerte, él contesto: <i>Yo soy un Rey y tú un Corazón de León.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
Salió el sol como un torrente, bañó de luz el campo de batalla y antes de que se alzara al mediodía, el pueblo libre de hombres como leones se alzó vencedor. El capitán y futuro rey murió a manos de Lina, que sería proclamada auténtica reina, heredera de Lenora, desposada con Meildton, de aquel territorio.</div>
<div style="text-align: justify;">
Pero la joven reina murió, no por envenenamiento ni tampoco por lesión, fue su corazón de león la que la llevó a su perdición. Esperó a la noche, a la última luna de su amor y bajo la protección del astro lunar se lanzó al vacío, desde un acantilado al mar.</div>
<div style="text-align: justify;">
Había matado a su amado, que era a la vez su adversario. Él sujetó su mano, clavó la daga de ella en el estómago y murió para que ella triunfara. Se unieron de la peor forma pensada, de nada sirvió la batalla pues los que serían reyes estaban ahora, en su tumba de agua salada.</div>
<div style="text-align: justify;">
<i>- Tú eres mi Rey y yo tu Corazón de León -</i>fueron sus últimas palabras.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1279288613222996076.post-89992399129667741132013-04-05T01:37:00.000+01:002013-04-05T01:37:31.345+01:00El secreto<div data-mce-style="text-align: justify;" style="text-align: justify;">
El
sol seguía saliendo por el este, el cielo era azul y el olor a petunias
del parque seguía entrando por el balcón pero no, ese día no iba a ser
como los demás.</div>
<div data-mce-style="text-align: justify;" style="text-align: justify;">
Recibió el primer mensaje hace nueve años y casi había logrado
convencerse de que aquella aventura no había sido sino un sueño de la
infancia pero ahí estaba, como aquella vez, un papel de plata pegado al
espejo.</div>
<div data-mce-style="text-align: justify;" style="text-align: justify;">
Su madre se cansó de escuchar historias sobre una lechuza parlante y un
mundo extraordinario donde un color era el gobernante. Ahora vivía con
su padre y lo único que echaba de menos era la visión de la Torre Eiffel
desde su habitación.</div>
<div data-mce-style="text-align: justify;" style="text-align: justify;">
Al Rey Blanco no le gustaba que le hicieran esperar así que dejó los
recuerdos del pasado para otro momento y leyó la nota: <i>“NinaRi, pequeña NinaRi, encuentra la manzana de rubí y sálvame”.</i></div>
<div data-mce-style="text-align: justify;" style="text-align: justify;">
Era increíble, dos recuerdos de Francia en un mismo día. Ahora la
llamaban Nina a secas, sin esa ridícula ‘r francesa’ que le traía
recuerdos de un divorcio, una madre incrédula y un sueño infantil sobre
un mundo imaginario. No, no era imaginario, era real, fantástico pero
real y ahora necesitaban de nuevo su ayuda.</div>
<div data-mce-style="text-align: justify;" style="text-align: justify;">
Dobló el papel de plata y lo metió en el bolsillo interior de su
chaqueta, se colocó ante el espejo y miró su reflejo. No, si lo hacía,
lo haría bien. Revolvió en su viejo baúl buscando aquel detalle tan
francés que le regaló su madre antes de desaparecer durante una semana,
cuando aún eran amigas.</div>
<div data-mce-style="text-align: justify;" style="text-align: justify;">
Se puso su boina roja y volvió frente al espejo. Tres palmaditas al
corazón, tres golpes al espejo. Estaba preparada. Cerró los ojos y
extendió el brazo. No había dudas, no había miedo. NinaRi regresaba a
Inversa.</div>
<div data-mce-style="text-align: justify;" style="text-align: justify;">
Abrió los ojos, allí estaba de nuevo, puede que nadie tuviera
conocimiento de aquel maravilloso lugar pero ahí, donde estaba, ella era
la heroína de todos los tiempos. Alguien la saludó desde el cielo, era
Pluma, una lechuza que lo sabía todo de lo que era necesario, es decir,
no sabe de algo hasta que no es necesario, esa era su habilidad.</div>
<div data-mce-style="text-align: justify;" style="text-align: justify;">
<i>“Bonjour, chère amie”</i>.
No había olvidado su idioma materno, su acento fue excelente. Le habría
gustado hablar más con su vieja amiga pero el tiempo apremia y la luna
no tardaría en esconderse. Extendió el papel de plata en el suelo, las
letras se iluminaron y apareció ante ella el “Laberinto de lo Buscado”.</div>
<div data-mce-style="text-align: justify;" style="text-align: justify;">
Lo recordaba como un juego pero se había hecho mayor, no era momento de
ponerse a jugar, tenía suerte de que Pluma la ayudara. La guiaba a un
lado o a otro, hasta que al cabo de unas horas llegó al centro del
laberinto. Un gran árbol blanco y un letrero <i>“Quise ser gigante y rozar las nubes. Quise cambiar de ambiente y favor no tuve”.</i></div>
<div data-mce-style="text-align: justify;" style="text-align: justify;">
<i> “Es el Rey Blanco, la Bruja Roja lo transformó en árbol y desde entonces, perenne, observa las estaciones” </i>ululó Pluma en su mente. Comprendió que la manzana de rubí era el corazón del rey pero ¿dónde encontrarlo?</div>
<div data-mce-style="text-align: justify;" style="text-align: justify;">
Llamó a Clandestino, su caballo, su amigo, su fiel montura. Su
habilidad era detener el tiempo y así fue hasta que llegaron al Monte
Sincero <i>“¡Muéstrame montaña, dónde está la manzana!”.</i></div>
<div data-mce-style="text-align: justify;" style="text-align: justify;">
Se vio a sí misma con ocho años mordiendo una manzana de Inversa:
blanca la cáscara, roja la pulpa. Era ella, con un rubí por corazón,
héroe y bruja a la vez, cuya alma de niña quedó atrapada en un mundo
extraño que ahora quería gobernar.</div>
<div data-mce-style="text-align: justify;" style="text-align: justify;">
Así fue como se detuvo el tiempo en Inversa, y eso era algo que Pluma ya sabía.</div>
<div data-mce-style="text-align: justify;" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div data-mce-style="text-align: justify;" style="text-align: right;">
* Relato presentado al concurso de relatos hiperbreves <i>Ma non troppo</i> del blog 'La siguiente la pago yo'</div>
<div data-mce-style="text-align: justify;" style="text-align: right;">
<br /></div>
<div data-mce-style="text-align: justify;" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://moneika.files.wordpress.com/2013/04/sombra_de_una_chica_con_un_arbol-t2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="235" src="http://moneika.files.wordpress.com/2013/04/sombra_de_una_chica_con_un_arbol-t2.jpg" width="640" /></a></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1279288613222996076.post-16515541660663618762013-03-13T20:49:00.000+00:002013-03-13T20:49:08.021+00:00El ángel que cayó en la tentación<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Cuentan que hace cientos de años
en una tierra lejana donde no existía el dolor, los espíritus del bien
convivían juntos en las tierras de las nubes, observando a los seres terrenales
de cerca y compartiendo el mundo con éstos, los animales y las plantas. Todos
ellos vivían felices en un jardín precioso, sin muertes ni maldad, donde no
estaba permitido alimentarse porque tampoco era necesario, allí todos los seres
vivos se servían de la paz y la armonía, y de la compañía de los otros seres.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
La
tranquilidad se quebró cuando uno de los espíritus se enamoró de un ser de la
tierra, y aquello estaba prohibido porque todos debían amarse y cuidarse por
igual, y nunca jamás por encima de otro ser. Pero este ser, el ángel de alas doradas
no pudo resistirse a los jugosos labios de Eva, y la deseaba.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Cada tarde Eva
mecía sus cabellos al viento, charlando con la serpiente del manzano y
escuchaba la melodía en el aire, la música que el ángel de alas doradas tocaba
para ella en una flauta dulce, y desde allá arriba la observaba sin atreverse a
tocarla si quiera.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Una noche
junto al lago de plata, la doncella refrescaba sus pies, envueltos en un halo
de belleza y quitándose su traje de seda metióse en las aguas a embadurnar su
contorno en aguas brillantes. Entonces el ángel no pudo resistirse más porque
extendió sus alas de oro, y parecía que el día volvía después de la calurosa
noche, bajó hasta la tierra y con la punta de su dedo índice tocó los labios de
Eva, sujetó su barbilla en alto para verla y aquellos ojos verdes como
esmeraldas lo perdieron para siempre.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
El padre de la
creación se enteró de tan tremendo despecho: la extensión de sí mismo, su más
fiel creación, la parte de su esencia que pertenecía a la razón, le había
traicionado. El ángel, bajando desde los cielos a la tierra firme, tocó los
seres impuros creados de partículas impuras, que no habían salido en su
totalidad de la esencia misma del creador. Y eso lo enfadó, condenando a los
dos amantes a las calamidades del corazón.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Creó como
castigo el dolor, la pena, la muerte y la deshonra. Extendió estos sentimientos
a los corazones de ambos seres y por siempre jamás les hizo sufrir de tal modo
que quedaron apartados de aquel jardín, aunque no en presencia pero sí en
sentimiento, porque las demás criaturas ya no entendían el corazón de Eva y no
atendían a la razón del ángel dorado, se había perdido para siempre la conexión
con el mundo astral.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Poco a poco
comenzaron a surgir las sospechas, la lujuria, el odio, el miedo, el rencor… Poco
a poco los amantes dejaron de ser amantes, y poco a poco los buenos
sentimientos, el amor, la dicha, la pasión… desaparecieron, y jamás se los
volvió a ver.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
El ángel
dorado extendió sus alas y alzó sus manos al cielo, implorando perdón. El
creador le permitió volver a su nube, pero como castigo lo obligó a no volver a
mirar jamás la tierra, y la razón se fue con él.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
A Eva, por
otro lado, la castigó con la culpa. No podría volver a enlazar su mente con la
de los demás seres y además, también la condenó a no poder olvidar jamás su
amor. Así que Eva permaneció hasta el final de los tiempos anhelando un amor
que la abandonó, mientras el amado, en su nube, la ignora mirando al cielo,
donde solo podrá descubrir la unión de la luna y el sol.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://moneika.files.wordpress.com/2012/01/el-angel-caido.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="http://moneika.files.wordpress.com/2012/01/el-angel-caido.jpg" width="316" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1279288613222996076.post-69294558746321121272013-03-13T19:05:00.000+00:002014-02-06T18:49:49.696+00:00El origen de los animales domésticos<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Comic Sans MS'; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Hace mucho tiempo, cuando Dios
estaba creando las especies, es decir, a todos los animales que viven en la
tierra, Adán, el primer hombre, le dijo a Dios:</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">- Señor,
me encuentro solo, dame un amigo que me haga compañía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Y Dios
llamó al lobo salvaje que corría por el bosque y le dijo que hiciera llamar a
su hermano manso, el perro, y lo domesticó para que viviera con el hombre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Adán
estuvo viviendo un tiempo con el perro, pero al cabo de unos días llamó otra vez
a Dios:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> -
Señor, mi perro siente hambre y yo también, dame por favor, un animal que nos
dé carne.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> Y
Dios, bondadoso, acudió al ciervo, el alimento del lobo en el bosque, y el
ciervo le envió a su hermana mansa, la cabra, y la domesticó para que viviera
con el hombre y darle su carne.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Adán pudo
vivir un tiempo con su perro manteniéndose con la carne y la leche de la cabra,
pero al cabo de unos días llamó otra vez a Dios:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> -
Señor, la carne de la cabra estaba sabrosa, pero necesito un animal más grande,
mi perro y yo tenemos el hambre de un león.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> Dios,
una vez más, acudió al león y le pidió un búfalo, la carne de la que él se
alimentaba, viviendo salvaje en la savanah. En cambio, el león le ofreció a la
vaca, que era mansa. Y Dios la domesticó para dársela a Adán.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> Adán
y el perro vivieron juntos un tiempo, alimentándose de la carne y la leche que
la cabra y la vaca le proporcionaban. Pero al cabo de unos días llamó otra vez
a Dios:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> -
Señor, he cogido estos huevos de codorniz para alimentarme pero son muy
pequeños y esta ave muy salvaje, por lo que rara vez me la encuentro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> Y
Dios hizo llamar a la gallina, que era un ave mayor que la codorniz, y la
domesticó para que viviera con el hombre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Adán pudo
vivir mucho tiempo manteniéndose con la carne, la leche y los huevos de los
animales que Dios había domesticado para él, pero un día llamó a Dios otra vez:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">- Señor,
he intentado domesticar al avestruz para que me dé huevos mayores que los de la
gallina, pero si lo dejo libre desea escapar y no quedarse conmigo como la
gallina.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Y Dios
respondió:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">- Claro
Adán, he creado salvaje al avestruz y aunque tú lo domestiques para que viva
contigo, siempre será salvaje en su interior.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">- Pero
Señor, -dijo Adán- he intentado domesticar a la serpiente para que viva conmigo
pero si la dejo libre me intenta atacar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Y Dios
respondió:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">- Claro
Adán, he creado salvaje a la serpiente y aunque tú la domestiques para que viva
contigo, siempre será salvaje en su interior.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">- Pero
Señor, -replicó Adán- he intentado domesticar al ave para que cante para mi
pero si lo dejo libre, desea escapar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Y Dios
respondió:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">-Claro
Adán, he creado a las aves salvajes y aunque tú las encierres en jaulas,
siempre serán salvajes en su interior.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Y Adán comprendió que Dios había
domesticado muchos animales para él para que le hicieran la vida más fácil,
como: el perro, la cabra, la vaca, la gallina… que necesitaban al hombre para
que les diera cobijo y alimento.<o:p></o:p></span></div>
<span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"> Pero también comprendió que había otros muchos animales que
vivían felices siendo salvajes, sin el hombre, en los bosques, selvas,
desiertos… y que aunque el hombre los atrapara y domesticase, seguirían siendo
salvajes en su interior, como lo eran: el lobo, el león, el ciervo y todas las
aves y los animales del mar.</span><br />
<span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"><br /></span>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1279288613222996076.post-83048113593020173472013-01-28T19:26:00.002+00:002013-01-28T19:26:45.933+00:00Piel Canela<div style="text-align: justify;">
<u><b>Fin</b></u></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Canela abrió los ojos con dificultad, estaba en una playa, cerca de la orilla. Su mente se aclaró y vio a la Morena, tumbada junto a ella, con una dulce sonrisa. Sus ojos verdes la miraban, radiantes. Había estado observándola todo el tiempo, mientras dormía, sólo recordaba haberse desplomado en aquella casucha sucia y fea.<br />
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Se levantó y miró a su alrededor, varios grupos de personas se repartían por la playa, el malestar y la preocupación eran palpables. Colinas de humo se extendían a lo lejos, desde la ciudad. El color del cielo era anaranjado, el aire pesado, las esperanzas pocas.<br />
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
¿Qué habría sido de Carla?<br />
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Su pensamiento fue interrumpido por un tacto suave, alguien que sujetaba su delicado cuerpo y la ayudó a ponerse en pie. "Acompáñame" su voz era placentera y su mente estaba tan turbia que no pudo pensar, sólo la siguió.<br />
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Algunas personas habían creado pequeñas tiendas a los pies de la colina, buscando cobijo, en uno de ellos estaba la Abuela. Un carrete de hilo negro en una mano. Unas tijeras en la otra. Hacia ahí se dirigían. Quiso detenerse pero sus piernas no respondieron, su mente no mandó la orden de detenerse. Estaba adormilada.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La Morena cogió su mano y la estiró hacia la vieja. En cuanto acabara el día, su libertad habría acabado, sería una sirviente más de aquel par de gitanas. Las arrugadas manos de la Abuela sujetaban un trozo de hilo y se acercaban a su muñeca. Nadie la retenía allí, solo el miedo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Entonces una mano más apareció ante la anestesiada visión de Canela. No era fina y joven, ni huesuda y seca. Era fuerte, ancha, poderosa. Agarró a la vieja y la hizo ponerse de rodillas. "Me quitaste la libertad, vieja pero no me quitarás el corazón".</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
12 se interpuso entre Canela y las dos mujeres. Su cara ya no demostraba preocupación, ahora irradiaba odio e ira. Su expresión demostraba lo que realmente era, un hombre fuerte y valiente. Sin embargo, las caras de aquellas malnacidas que tanto tiempo lo habían sometido, se tornaron en miedo y duda.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Sus pequeños cuerpos se estremecían y temblaban. La Abuela empezó a andar hacia atrás con el rostro descompuesto y chocó contra la pared de arena. Cayó al suelo con mueca de dolor y se llevó la mano al pecho. Los años estaban apoderándose de su vida. "¡Abuela!" La Morena se colocó junto a ella sin perder de vista a 12, que expectante, permanecía inmóvil pensando qué hacer con ellas.<br />
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pero la realidad era obvia, su abuela moriría, 12 la llevaría ante la justicia o incluso emplearía él su propia condena. Agarró el carrete y empezó a correr. La Abuela la siguió con la mirada mientras su corazón dejaba de latir. Los ojos amenazantes y oscuros del agente secreto eran terroríficos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
Al final la vieja murió y 12 abrazó a Canela. Todo era real pero estaban juntos y eso era lo que realmente le importaba. Volvió a pensar en Carla y en sus ojos azules. El sol se ponía en el horizonte.</div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://www.porque.es/imagenes/sol-rojo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="266" src="http://www.porque.es/imagenes/sol-rojo.jpg" width="400" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1279288613222996076.post-66628679403745957242013-01-25T15:58:00.000+00:002013-01-25T15:58:24.880+00:00El primer amanecer<div style="text-align: justify;">
Alba era una niña de rostro pálido y cabellos dorados como las piedras que se encontraban en los ríos. Guardaba en su pecho el calor que siempre la impulsaba a llegar más alto que un ave, a ser más fuerte que una roca y a vivir de forma más salvaje que cualquier animal. Ese calor nunca se desprendía de ella y le ardía dentro, recorriendo su cuerpo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Había pasado mucho tiempo desde que el sol murió. Ya nadie recordaba la vida con su luz y su calor, la única luz que ahora les acompañaba era la del fuego. Ese fuego es el que Alba sentía por dentro.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Las gentes luchaban por hacerse con las provisiones, agrupados en pequeñas aldeas. Aquella vida era peor que la vida en los polos, porque no había esperanza de que la luz un día bañara la tierra. La atmósfera se consumía así misma, ahogada por los vapores de las industrias, que explotaban el carbón y el petróleo. El mundo se ahogaba en su propia oscuridad. Era la lucha por seguir vivos, muriendo lentamente.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Alba no recordaba ni un solo día de su vida en que no hubiese tenido que pelear para seguir con vida, para alimentarse o para respirar si quiera. Era ese fuego quien la impulsaba. Y cuando se hizo adulta siguió luchando.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
A lomos de “Fuego” cabalgaba bajo el oscuro manto de aquella noche eterna, no dormía, pues aunque quisiera, el calor de su pecho la hacía despertar siempre entre sudorosas pesadillas. Soñaba con una gran esfera de fuego que refulgía en el cielo, grande y hermosa, que parecía tocarla hasta sacar aquel calor que la atormentaba desde dentro.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Entre su aldea y la siguiente había un lago, no demasiado grande para ambos, y los pozos subterráneos comenzaban a secarse. Ya no había agua suficiente para los humanos y sus invernaderos. Ésta era la única esperanza de vida que les quedaba.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Fuego corrió como nunca, espoleado fuertemente para que fuera más rápido que el viento. Alba sentía el aire en su rostro pero no el frío. El fuego por dentro le ardía en el pecho y su sangre era como la lava de un volcán.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Todo alrededor estaba muerto, un desierto que ya no recordaba guardar vida en sus laderas. Los hombres y las mujeres sacaron sus espadas y lucharon hasta la muerte. Sus armas estaban hastiadas, casi fragmentadas por el uso intenso y la vejez de sus hojas.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Alba luchaba sin juicio ni prudencia, era una asesina despiadada, aunque luchaba por liberar el fuego más que por sobrevivir. Pocos quedaban a su alrededor que siguieran en pie, la guerra había acabado pero fue la más sangrienta que recordaba. Eso le hizo preguntarse hasta qué punto era útil luchar por sobrevivir si cada vez eran menos los que salían con vida.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Entonces sintió algo que no había sentido jamás, el fuego quería salir, salir de ella, pero para siempre, sin su cuerpo. Sin pensárselo dos veces cogió una daga y la clavó en su pecho. Era la daga de su padre, que la había protegido siempre y ese día le arrancaba la vida.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
De su pecho sacó una pequeña esfera de fuego, un pequeño sol que no le quemó las manos sino que le dio una cálida sensación de paz. Caminó hasta la orilla de una playa y allí la dejó flotando.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Su cuerpo se apagaba lentamente mientras la esfera se alejaba hacia el horizonte, hasta que desapareció. Alba había muerto con la visión de su calor que se alejaba. Ya no era más fuerte que una roca, ni volvería a llegar más alto que un ave. El calor se había apagado pero murió con una sonrisa en su rostro porque al fin se sintió libre como un animal salvaje.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Las gentes dormían agotadas por la batalla y tras varias horas un enorme y deslumbrante sol apareció en el horizonte y bañó la tierra con su luz y su calor. No pasó mucho tiempo hasta que las primeras señales de vida comenzaron a aparecer. Con el tiempo, el planeta recuperó la vida que se había ido. Alba había nacido con el nuevo sol en su corazón y lo ofreció al mundo para que al fin, las muertes de tantos cobraran sentido.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://moneika.files.wordpress.com/2012/06/chica-fuego-blog.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="323" src="http://moneika.files.wordpress.com/2012/06/chica-fuego-blog.jpg" width="400" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1279288613222996076.post-64939865165672114502013-01-24T23:18:00.000+00:002013-01-24T23:18:33.881+00:00El águila de Poniente<div style="text-align: justify;">
En las tierras de las altas montañas y picos nevados, en esos lugares donde la niebla se extiende como un gran mar y el viento la mece como mece las olas, en una zona donde el hombre y las especies convivían y sobrevivían, habitaba en un poblado Kayla, una joven de tez morena y cabellos oscuros como la noche pero con ojos grises brillantes como la luz en la nieve.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Kayla era grácil como una pluma e inteligente como su abuelo, el sabio Leknlos, muerto hace tiempo, y sería dentro de poco, la guía de su tribu, pues así lo habían decidido los espíritus de las montañas.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Estos espíritus no eran como otros, que se comunicaban a través de huesos, sangre u otros artilugios. Los espíritus se comunicaban de forma directa con los sabios, siguiendo el camino que su animal guía le marcaba. Su abuelo siempre le decía a Kayla: -Tu guía será el águila, lo verás Kayla, verás cómo llegará a través de las nubes.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pero Kayla no lo creía, sabía que las águilas habían abandonado ese inhóspito lugar hacía tiempo, hacía años, antes incluso de que Leknlos naciera. Le preocupaba no ser una buena guía para su gente, no ser tan sabia como su abuelo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Por fin llegó la luna nueva, la oscuridad más absoluta y comenzó la búsqueda de su espíritu guía. Buscó lagartijas, lobos, íbices, halcones… Ningún ser viviente salvo ella parecía estar vivo en el mundo. Todo era silencio, oscuridad, soledad. Pasaban las horas y su preocupación aumentaba. No encontraría un águila, de eso estaba segura, pero tenía que seguir intentándolo aunque ya no le quedaran fuerzas.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pasaron siete días, en los que descubrió hermosas grutas de hielo, lagos congelados parecidos a enormes espejos del cielo, nuevos horizontes por los que el sol se escurría cada atardecer. Pero ningún animal salió a su paso, mucho menos un águila.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Kayla estaba desesperada, pronto la luna volvería a ser completa y tendría que volver al poblado. Sin un guía el poblado estaría perdido, significaría que los espíritus les habían abandonado. Sin la protección de los espíritus, se podían dar por muertos, no es fácil sobrevivir en un lugar donde el frío cala los huesos y la humedad enfría las prendas, un lugar donde escasea el alimento y el fuego, donde el sol no es sino una esfera brillante cuyo reflejo en la nieve les ciega al bajar la vista a un frío y blanco suelo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
No dejaría que eso ocurriera, los espíritus no les habían abandonado, solo la estaban retando mental y físicamente, así demostraría que sería una buena guía. Así lo creía ella.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pasó la noche en una cueva abandonada por algún oso ¿habían abandonado aquellas tierras también los osos? Carne de íbice, caldo de íbice, íbice tostado a la piedra… Cansada del mismo alimento y ahora lo echaba de menos. Tenía hambre ¿cuántos días llevaba sin comer? Había perdido la cuenta.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Se quedó dormida pensando en el calor de su cabaña mientras se tapaba los pies con su manta de piel. No encontró madera y por lo tanto, no habría fuego esa noche. El sol entró como un torrente a través del hueco en aquella escabrosa montaña, Kayla despertó sobresaltada, cegada por la luz mañanera del sol que parecía que le gritaba desde fuera: ¡despierta, despierta, despierta!</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Enrolló la estela de piel y la metió en su mochila. Estaba enfadada por no haber comido, por haber pasado frío, por no encontrar a su animal guía, por el sol que la despertó… habría preferido seguir durmiendo, dormir y no despertar nunca. En una semana tendría que volver a su poblado y contarles que no sería la guía, no habría guía.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Se colocó en la entrada de la cueva para estirar sus músculos antes de comenzar a andar, inclinó la cabeza hacia atrás y estiró los brazos, y en el techo de la cueva vio el reflejo de una luz, del tamaño de su puño. Se giró rápidamente, pues su curiosidad quería que buscara aquel hueco en la pared. Se adentró en la cueva, cada vez más profunda, cada vez más estrecha.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Había humedad allí dentro, las estalactitas goteaban agua fresca. Llenó su odre con aquel agua tan pura. Siguió adentrándose y una hora después consiguió descubrir a lo lejos el otro lado de la cueva, y una tenue luna creciente que desaparecía en la mañana.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Salió de la montaña y descubrió una próvida llanura de verde hierba. El aire olía a fresco. El aire era cálido. El aire era una suave manta que la rodeaba de vida, calor y aromas nuevos. Estaba muy lejos de su poblado, se dio cuenta que durante la noche, caminando sin rumbo, se había dirigido muy al sur, al otro lado de las montañas nevadas.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Escuchó un chillido nuevo para ella, pero que ya había oído en sus sueños. Aquello no era un sueño, era real y tenía que descubrir quién era el autor de aquel sonido. Se alejó de las montañas, se quitó sus botas de piel y corrió descalza sobre la hierba, la sensación era placentera.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Una sombra tapó momentáneamente el sol, una y otra vez, y escuchó de nuevo el chillido a lo lejos. Miró al cielo, ya era mediodía. Bajó la vista, cegada por la lumbre natural. Escuchó de nuevo el chillido detrás de ella. Se giró. Era un águila.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Un hermoso águila surcaba el cielo con total naturalidad, llevado por las corrientes de aire. Era real. Era su guía.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Una voz atravesó su mente y se hizo parte de ella instantáneamente, como si hubiesen nacido en el mismo cuerpo, unidos desde siempre. El águila le habló de sus tierras, de cómo las águilas y otras criaturas las habían abandonado para vivir en las perennes llanuras y que el hombre debía seguir el mismo camino.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y desde lo alto, el águila guió a Kayla a reencontrarse con su pueblo, y como sabia, como guía, como su jefa, los guió a las nuevas tierras. Una tierra próspera donde proliferaron y demostraron su confianza a los espíritus.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Así había sido siempre y así seguiría siendo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://moneika.files.wordpress.com/2012/12/mujeraguila.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="http://moneika.files.wordpress.com/2012/12/mujeraguila.jpg" width="366" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1279288613222996076.post-72963449496951664392013-01-24T23:13:00.002+00:002013-01-24T23:13:32.826+00:00La Luna y el Océano<span style="text-align: justify;">Al principio de los tiempos, cuando todos los espíritus caminaban sobre La Tierra con forma humana, existió un amor tan grande como el universo, el de Praengh y su amada, la hermosa Emmargor.</span><br /><div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Emmargor era el espíritu de las aguas, y gustaba de peinar sus cabellos junto algún río y todos los peces estaban enamorados de sus ojos aguamarina, del brillo de su piel, como si miles de minúsculas gotitas la hubieran salpicado, enamorados de sus cantos de sirena.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pero el corazón de Emmargor pertenecía a Praengh, el cuidador de la vida. Praengh recorría todos los días la totalidad de la superficie terrestre para asegurarse de que todos los seres vivían felices y en paz, por eso ninguno de ellos sentía envidia por el amor que Emmargor profesaba hacia él.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Excepto Kresgor, el espíritu del fuego, fuerte, rencoroso, enamorado del espíritu del mar y anhelaba poder tocarla, envidiando a Praengh por esta razón.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Un día Kresgor llamó a Emmargor para que se acercara a sus tierras, al lugar donde el fuego brotaba del suelo, el hogar de los volcanes. Cuando ella quiso darse cuenta del calor que aquella zona desprendía fue demasiado tarde y su cuerpo se fue deshaciendo lentamente, hasta que al final sólo era agua.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Cuando Praengh volvió aquella noche descubrió el mar y reconoció el brillo de los ojos de Emmargor.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Tan apenado quedó que comenzó a descuidar los seres del planeta, olvidándose de su cometido porque sólo podía pensar en su amada. Así que los otros espíritus encerraron el alma de Praengh en una esfera de roca y la lanzaron al cielo, y desde allí observa Praengh a su amada sin poder tocarla siquiera.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://moneika.files.wordpress.com/2011/11/oceana13_10241.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="300" src="http://moneika.files.wordpress.com/2011/11/oceana13_10241.jpg" width="400" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1279288613222996076.post-51722994556179666682013-01-23T12:49:00.003+00:002013-01-23T12:56:33.114+00:00Piel Canela<b style="color: #333333; font-family: inherit; font-size: x-large; line-height: 18.99147605895996px; text-align: justify; text-decoration: underline;">2ª Parte</b><br />
<div style="color: #333333; font-family: Georgia, 'Times New Roman', 'Bitstream Charter', Times, serif; line-height: 18.99147605895996px; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.99147605895996px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Dos objetos llamaron la atención de las chicas, la Abuela sostenía en sus manos unas viejas tijeras de coser y la otra muchacha un carrete de cordón grueso color negro. Se fijaron en 12, muy diferente ahora del que habían visto salvarlas de aquella increíble marabunta, con la cabeza baja mirando al suelo, sentado en aquel pequeño salón quejumbroso y oscuro, en el sillón más alejado de la puerta, como atrapado en una jaula. Las mujeres, una a cada lado, sentada en los otros dos sillones laterales lo miraban con una sonrisa, con el sentimiento de saber que aquel hombre era una rata que les pertenecía. Entonces 12 estiró su mano derecha y dejó ver que bajo su manga un trozo de aquel cordel negro le rodeaba la muñeca, dejando colgar un trozo a modo de correa.</span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.99147605895996px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.99147605895996px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Mientras la joven muchacha le cortaba el cordel viejo de su mano y la Abuela se acercaba por el otro lado para amarrarle un nuevo trozo de cordel del mismo modo que el anterior, ésta escupió unas pocas palabras que dejó ver su desgastada dentadura amarilla: “Renovar la cuerda es que nos perteneces”, “No lo olvides, tu vida a nuestro servicio” aclaró la Morena.</span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.99147605895996px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.99147605895996px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Carla y Canela, al otro lado de la ventana, pensaban qué podría haber ocurrido para que un hombre tan grande y fuerte como 12 se viera obligado a regalar su vida a un par de gitanas harapientas. Había dado la noche tras esa ventana cuando por fin 12 se levantó del sillón, con la misma expresión de tristeza y preocupación con la que había estado toda la tarde. No podían soportarlo más, un impulso las llevó a ponerse frente a la puerta de la entrada cuando las gitanas la abrieron para dejar escapar a su “rehén”, y las vieron allí delante plantadas, una sonrisa de malicia se les iluminó en la cara y la expresión de 12 también se acentuó. Las hicieron entrar, preguntaron lo que querían saber y las gitanas respondieron.</span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.99147605895996px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.99147605895996px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Pasaron unas dos horas cuando terminaron de hablar y, a pesar de que aparentemente nada malo había ocurrido en aquella habitación, cuando dieron un paso para salir de la casucha fea en la que se encontraban sintieron como un enorme pesar se les echaba encima, 12 bajó aún más la cabeza. La puerta se cerró detrás de ellos, vieron como a un par de metros, los hombres que habían estado jugando al baloncesto toda la tarde pararon para mirar con odio a los que salían de la casa de las gitanas. Bajaron los tres escalones que les separaba del suelo y 12 las agarró del hombro, ellas se volvieron y vieron unos ojos casi llorosos: “Escuchadme, pase lo que pase no volváis más a este lugar, lo que ocurre está muy por encima de vuestras posibilidades. Yo estaré bien”.</span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.99147605895996px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.99147605895996px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Carla y Canela empezaron a caminar, intentando recordar por dónde habían venido, pero tanta fue la curiosidad con la que caminaban que ya no recordaban por dónde habían pasado. Caminaron entre un montón de calles oscuras hasta que sin saber cómo, llegaron de nuevo a la gasolinera, justo donde habían visto por primera vez a 12, a un lado de la gasolinera, pero esta vez ya no había nadie, era como si lo ocurrido no hubiese sucedido nunca. Ninguna sabía qué pensar, estaban desconcertadas, ¿había sido real o sólo un sueño? Volvieron a sus casas solas, con aquella duda en sus cabezas.</span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.99147605895996px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.99147605895996px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Al día siguiente Canela volvió al lugar de la noche anterior, algo la empujaba a averiguar si 12 existió de verdad, porque si era así necesitaba ayuda. Partió desde la cafetería La Imperial intentando reconstruir sus pasos de aquella noche; al fin llegó al descampado donde estaban jugando los hombres de raza afroamericana, al igual que el día anterior, bajo el caluroso sol del mediodía, parecía como si fuese al mediodía cuando se abría la puerta a aquel horrible lugar apartado de la mano de Dios, y por la noche cuando se abría la de salida.</span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.99147605895996px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.99147605895996px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Canela se dirigió a la casa de las gitanas y cuando se acercó a la puerta ésta se abrió de repente, como si las gitanas supieran ya desde antes que ella iba a estar ahí, detrás de la puerta, justo en ese instante. Canela sintió como una extraña fuerza la empujaba a sentarse en el mismo sillón donde lo había hecho 12 el día anterior, y fue la misma expresión de preocupación y tristeza la que se dibujó en su cara. Pasaron las horas con ella atrapada allí dentro.</span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.99147605895996px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 18.99147605895996px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">De noche se escuchó un ruido, no un ruido cualquiera, era un estruendo espantoso, después se escuchó otro y cada vez eran más seguidos. Centenares de bombas caían del cielo, se oían los gritos de las personas, ya no había nadie en la cancha de baloncesto, las tres mujeres salieron corriendo de la casa sin saber a dónde dirigirse. El pánico se apoderó de la ciudad.</span></div>
<div style="color: #333333; font-family: Georgia, 'Times New Roman', 'Bitstream Charter', Times, serif; font-size: 12.727272033691406px; line-height: 18.99147605895996px; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://moneika.files.wordpress.com/2009/10/vieja25b45d.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="http://moneika.files.wordpress.com/2009/10/vieja25b45d.jpg" width="393" /></a></div>
<div style="color: #333333; font-family: Georgia, 'Times New Roman', 'Bitstream Charter', Times, serif; font-size: 12.727272033691406px; line-height: 18.99147605895996px; text-align: center;">
<br /></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1279288613222996076.post-66026869828887862532012-12-03T00:15:00.002+00:002012-12-03T00:15:25.304+00:00Piel Canela<h2>
<u>1ª Parte</u></h2>
<div style="text-align: justify;">
Salieron del cine riéndose a carcajadas por la película que habían visto, iban por la gasolinera que estaba junto al cine, de camino al parking, cuando de repente una avalancha de Audi’s y BMW’s negros aparecieron de la nada y las rodeó, provocando un gran barullo entre ruidos de motores, sirenas policiales y agentes vestidos con trajes y corbatas también negras, algunos con chalecos antibalas, armados con escopetas o pistolas, que salían de los coches a toda prisa. Ella y Carla se abrazaban como si estuvieran solas ante el peligro, pero un agente de los que no llevaba chaleco las cogió del brazo fuertemente y en menos de un minuto ya estaban a un lado de la gasolinera por detrás de los coches, los demás rodeaban a un hombre que ellas ni siquiera se habían dado cuenta de que estaba ahí cuando pasaban por la gasolinera.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Mientras lo esposaban entre gritos de éste, insultando y haciendo lo imposible por soltarse, el agente que las salvó de la emboscada se presentó como “Agente 4B-1012”. 12 era alto y corpulento (les sacaba al menos dos o tres cabezas a las chicas), con el pelo corto y de punta, engominado y con un moreno no muy marcado, pero con una extraña expresión en su rostro de verdadera preocupación, no era miedo o nervios por lo que acababa de suceder, era algo que venía arrastrando desde hace tiempo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Las dos amigas aún temblaban del susto cuando 12 les preguntó si habían visto algo sospechoso en ese hombre, si lo conocían de algo o al menos sabían si llevaba mucho tiempo trabajando en esa gasolinera. A todo respondieron que no, los pequeños cuerpecitos delgados de Carla y Canela temblaban como cuando te bañas en el agua fría de la playa en invierno, así que 12 decidió invitarlas a una cafetería cercana, La Imperial preparaba unos churros para morirte, y a esas horas de la noche era lo mejor después de un trabajo bien hecho, sobretodo cuando dos “niñas” se han visto envueltas en una redada de la policía secreta.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pasaron unas dos horas hasta que se habían recuperado del todo, sonreían e incluso habían entablado amistad con el agente, llamándolo de manera divertida 12 porque era lo único que recordaban. Carla era de piel pálida, con el cabello rubio y muy liso, acorde con unos pequeños ojos azules y brillantes, “muy guapa” decía su amiga, y ésta de piel morena, cabello ondulado y negro como el azabache, y los ojos verdes y penetrantes. Canela la llamaban todos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Ya no recordaban lo que había sucedido cuando 12 se levantó de la mesa con esa extraña expresión de preocupación: “Tengo que irme”. Se dio media vuelta sin mediar más palabras y salió de La Imperial dejando un billete de 20€ en la barra. Carla y Canela y sus irrefrenables ganas de saber a dónde se dirigía 12 con aquella expresión, digno de unas muchachas de 17 años, lo siguieron por las calles y tan absorto estaba 12 por llegar a su destino que, ni siquiera con su talento de agente secreto, se dio cuenta de que las muchachas lo seguían.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Al fin llegaron a un callejón estrecho y oscuro, 12 dobló la esquina y desapareció de sus vistas. Ellas siguieron caminando hasta doblar la misma esquina y encontrarse con un descampado enorme, unos hombres altos y de raza afroamericana, todos con el pecho desnudo y sudoroso, jugaban en una cancha cercana al baloncesto bajo el radiante sol del mediodía. Sin darse cuenta habían estado caminando durante toda la noche y toda la mañana, miraron al cielo intentando vislumbrar el aro dorado del sol, bajaron la vista deslumbradas y vieron como 12 se metía en una casucha de madera que se caía a cachos, andrajosa y medio podrida. Cruzaron el descampado y acercándose de cuclillas a una ventana medio abierta se asomaron. Allí estaba 12 con su expresión de enorme preocupación más marcada que nunca, junto a dos mujeres, una mayor a la que decían Abuela, envejecida y apenas sin poder abrir los ojos, de pelo cano y enredado en un moño mal hecho, con ropas viejas y rotas, y la otra una chica de a lo mejor uno o dos años más que Carla y Canela, que se parecía además a esta última, piel morena, pelo rizado oscuro, delgada y bajita, pero con la diferencia de tener una mirada amenazante de poder y rabia.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://moneika.files.wordpress.com/2009/10/morgan_le_fay_by_tattereddreams5b35d.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="http://moneika.files.wordpress.com/2009/10/morgan_le_fay_by_tattereddreams5b35d.jpg" width="332" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1279288613222996076.post-23908049646221343372012-11-27T19:34:00.000+00:002013-01-23T12:51:41.787+00:00Lobo y Yo<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://moneika.files.wordpress.com/2012/07/ojos.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="152" src="http://moneika.files.wordpress.com/2012/07/ojos.jpg" width="640" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Ágil como el viento atravesaba la espesura, saltando con piernas fuertes entre las escarpadas laderas, y a su lado tenía siempre a Lomo Gris, el lobo solitario. Juntos eran incansables, recorrían cada día los rincones del bosque de secuoyas buscando la joya perdida, el zafiro de Emmargor.</div>
<div style="text-align: justify;">
Su misión era encontrar la gema para devolver al espíritu su forma corpórea y así, gobernar las aguas desde la tierra. Pero la gran guerra comenzaba a extenderse más allá de la llanura nevada, donde vivían los adoradores de la naturaleza. A esta tribu pertenecía AguaMarina, la mejor exploradora de la tribu de los Zaitsaced.</div>
<div style="text-align: justify;">
Cuando nació en una noche estrellada bajo la mirada de Praengh el protector, cuya alma descansa en la luna, los sabios sabían que su destino sería ser exploradora y dedicar su vida a la búsqueda del zafiro perdido.</div>
<div style="text-align: justify;">
AguaMarina cumplía ese otoño dieciocho años y Lomo Gris comenzaba a envejecer. Siempre había habido una exploradora del zafiro pero ahora era primordial encontrarlo, pues diferentes soldados de los pueblos lejanos habían llegado al poblado pidiendo ayuda, todos ansiaban la piedra para ganar la batalla. Era una gema poderosa, quien la poseyera gobernaría las aguas.</div>
<div style="text-align: justify;">
Una tarde, recorriendo el sendero de un río, Lomo Gris comenzó a ladrar ciegamente y sin esperar a su compañera saltó al otro lado. Bajó la inclinada ladera empedrada, AguaMarina lo seguía con su mirada de halcón y pronto le dio alcance. Atravesaron la maleza, repleta de zarzas y hojarasca, formando heridas en su piel.</div>
<div style="text-align: justify;">
Escondido tras un entramado cañaveral descubrieron un enorme lago de aguas oscuras. En el líquido elemento brillaba la luna de su nacimiento, enorme y hermosa plata, y AguaMarina comprendió, recordando la vieja leyenda, que debía encontrar el zafiro y devolver la vida a los amantes. El océano y la luna se extrañaban.</div>
<div style="text-align: justify;">
Sintió algo en su interior que la provocó a zambullirse, buscando aquella gema, buscando el corazón azul de la deidad marina. Revolvía el fondo con ansiedad mientras se quedaba sin aliento. Lomo Gris aullaba pidiendo a la luna más luz, complaciéndole brilló como si de día fuera. AguaMarina pudo terminar su misión y arrastrándose hasta la orilla gritó, con el pedrusco en el puño:</div>
<div style="text-align: justify;">
- ¡Luna de argento! Te devuelvo a tu amante, disuelta en su sangre de lluvia te doy su corazón, que ahora sea ella quien te libere de la piedra que te encierra.</div>
<div style="text-align: justify;">
Y sin aire ni aliento ambos, lobo y muchacha, murieron. En gratitud, Emmargor le dio al lago el reflejo de los ojos de AguaMarina y desde entonces fue conocido como “El lago espejo”, mostrando a aquel que lograra encontrarlo la verdad dentro de su corazón con dudas. Y junto a él una enorme roca con forma de lobo aúlla a la luna, y su sombra espanta a todo aquel que sea impuro.</div>
<div style="text-align: justify;">
Las historias cuentan que en esa misma noche, muy lejos de allí, en las tierras del conflicto bélico, una forma humana apareció en los acantilados y una enorme ola limpió la tierra de todo el mal que la azotaba.</div>
Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1279288613222996076.post-12539779045383189982012-11-26T22:45:00.002+00:002014-02-06T18:50:41.237+00:00La historia oscura de Darkinna<br />
<div style="text-align: justify;">
Darkinna se despertó esa noche como una noche cualquiera, ella ya estaba acostumbrada a despertar a tardes horas debido a una muerte prematura en sus pesadillas. Afuera llovía, y eso no era algo que le desagradase, al contrario, la lluvia le hacía sentir viva. </div>
<div style="text-align: justify;">
Hacía tiempo que Darkinna no podía dormir una noche entera, unos años atrás había muerto toda su familia sin que ella pudiese recordar cómo, sólo recuerda haber despertado una vez en un centro de acogida de menores, donde año tras año vivió sin conocer su futuro ni recordar su pasado, lo que le hacía sentir un poco desamparada. El caso era que después de salir de aquel cuchitril infestado de ratas, Darkinna se limitó a ganarse la vida en tugurios de mala muerte por los que no estaba demasiado orgullosa. </div>
<div style="text-align: justify;">
Cubriéndose frágilmente la cara para así protegerse contra la lluvia, cogió su paraguas y salió a la calle. El viento la empujaba en dirección contraria, ella siempre creyó que se debía a que la vida la intentaba arrastrar de vuelta al camino correcto, pero una y otra vez se negaba. Caminaba colina arriba todas las noches hasta llegar al acantilado. Muchas veces le asaltó una pregunta: ¿Debía saltar? </div>
<div style="text-align: justify;">
Al día siguiente, un poco somnolienta debido a la falta de sueño, Darkinna se acercó al mercado, de vez en cuando encontraba algo que poder añadir a su colección: la figura de un gato, libros de brujería, incienso… De este modo, se acercó a un puesto que vendía ropa y otros complementos, en un primer momento ella no se dio cuenta, pero unos ojos oscuros la contemplaban mientras ella miraba desinteresada unas pulseras. Finalmente, cuando se disponía a volver a casa escuchó a alguien que la llamaba, se volvió y eran esos ojos oscuros, es decir, la persona a quien pertenecían “¡Eh! Espera, se te olvida esto.” Decía mientras extendía la mano, ofreciéndole una pulsera de abalorios; Darkinna sabía que no se le olvidaba nada, pero comprendió que por primera vez en su vida le estaban dando un regalo. Así que tímidamente sonrió, cogió la pulsera y se volvió. </div>
<div style="text-align: justify;">
Esa noche, mientras estaba en el acantilado observando cómo las olas golpeaban furiosamente contra las rocas, se dio cuenta de que aquella pulsera no era algo dentro de lo común: contenía un corazón roto, una gota de sangre, una esfera de lluvia, un par de rosas negras y unos cascabeles que la hacían sonar de un modo muy divertido. Esa noche, Darkinna regresó pronto a casa y durmió durante largas horas seguidas. Cuando despertó se dio cuenta de que esta vez, en sus sueños, había muerto en el acantilado; esa era la señal que había estado esperando durante años, sus presentimientos no eran erróneos. Al amanecer, mientras aún quedaban vestigios de la noche, se redirigió a la playa y observó desde abajo el declive, intentando imaginar la “despedida”. </div>
<div style="text-align: justify;">
A pesar de que ya tenía todo muy bien organizado, pasaron muchos días en los que Darkinna dudaba sobre lo que iba a hacer; últimamente habían estado sucediendo cosas nuevas, cosas que ella nunca había sentido, días calurosos y noches sin insomnio, pero no extrañaba a la lluvia… </div>
<div style="text-align: justify;">
El día que por fin decidió saltar al vacío, Darkinna dejó tras de sí muchas cosas, dejó su vida, dejó la lluvia, la noche y la melancolía, Darkinna creyó haber encontrado su verdadero camino, pero ahora el viento la arrastraba en sentido contrario desde el que se precipitó, aun así, la gravedad fue más fuerte… </div>
<div style="text-align: justify;">
No obstante, antes de saltar, en el momento justo en que hubiese sido imposible volver atrás, Darkinna cayó en la cuenta de su error, pues atrás quedaron los ojos oscuros, que lloraban manteniendo una pulsera, así, sólo se oyó: Te quiero, Darkinna. </div>
<div style="text-align: justify;">
Era ahí donde terminaba su vida, y donde hubiese comenzado su destino, Ojos oscuros debía haber llegado unos minutos antes, y entonces Darkinna seguiría viva.</div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1279288613222996076.post-12870386748809101772012-11-19T21:38:00.000+00:002013-01-23T12:51:58.307+00:00Ninfas del Mar<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://moneika.files.wordpress.com/2012/11/ninfas.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="236" src="http://moneika.files.wordpress.com/2012/11/ninfas.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div data-mce-style="text-align: center;" style="color: #333333; font-family: Georgia, 'Times New Roman', 'Bitstream Charter', Times, serif; font-size: 12.727272033691406px; line-height: 18.984848022460938px;">
<i>“Nuestra madre nos manda desde el fondo del amplio océano, su corazón,</i></div>
<div data-mce-style="text-align: center;" style="color: #333333; font-family: Georgia, 'Times New Roman', 'Bitstream Charter', Times, serif; font-size: 12.727272033691406px; line-height: 18.984848022460938px;">
<i>para que concibamos a los hijos del Protector.</i></div>
<div data-mce-style="text-align: center;" style="color: #333333; font-family: Georgia, 'Times New Roman', 'Bitstream Charter', Times, serif; font-size: 12.727272033691406px; line-height: 18.984848022460938px;">
<i>Si así vuestro deseo es, que así sea el nuestro también”.</i></div>
<div data-mce-style="text-align: center;" style="color: #333333; font-family: Georgia, 'Times New Roman', 'Bitstream Charter', Times, serif; font-size: 12.727272033691406px; line-height: 18.984848022460938px;">
<i><br /></i></div>
<div data-mce-style="text-align: justify;" style="color: #333333; font-family: Georgia, 'Times New Roman', 'Bitstream Charter', Times, serif; font-size: 12.727272033691406px; line-height: 18.984848022460938px; text-align: justify;">
Y sus voces sonaron tan dúctiles y apacibles que las tortugas marinas salieron del mar para admirarlas, y las aves callaron sus cantos para oírlas, y un lobo se asomó al acantilado para entonar su llanto.</div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1279288613222996076.post-8844830771022373202012-10-25T00:14:00.000+01:002014-02-06T18:52:00.176+00:00Los cuatro caballos de la derrota<div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
Cuando el tan proclamado Apocalipsis llegó, el mundo había evolucionado más de lo que alguna vez se imaginó, ni tan sólo El Creador pudo prever la fuerza que en la Tierra se había desatado. El hombre se hizo poderoso y, con el tiempo, también ingenioso, el caos no dominaría el planeta vivo.</div>
<div style="text-align: justify;">
La evolución favoreció la doctrina y la humanidad de hizo sabia, por lo que poco a poco, la Fe había ido desapareciendo de sus mentes y con ella, la creencia en el omnipotente.</div>
<div style="text-align: justify;">
Después de la batalla celestial contra los arcángeles y los enviados del Señor, después de que el polvo suelo quedase manchado de la sangre divina, cuatro caballos permanecieron encerrados en su cuerpo terrenal, enviados desde un mundo astral, y sus almas, por ende, fueron encerradas en cuatro joyas.</div>
<div style="text-align: justify;">
Ese fue el castigo que los hombres impusieron a los portadores del mal: ámbar para la victoria, un rubí para la guerra, el jade para el hambre y la muerte en un zafiro. Cuatro gemas hermosas que serían enterradas, separadas unas de otras, en capsulas de hermoso diamante en rincones oscuros de la tierra.</div>
<div style="text-align: justify;">
El Creador desapareció finalmente de las mentes de los hombres, igualmente la existencia de una guerra pasada. Las joyas fueron arrinconadas y después despreciadas, olvidadas en aquellos oscuros rincones de la tierra. Cuando el mundo estuviera preparado para perdonarles, las cuatro gemas reclamarían su cuerpo y los cuatro caballos caminarían por la faz de la tierra, sin pecado ni condena.</div>
<div style="text-align: justify;">
Con el pasar de las eras, cuatro jóvenes encontraron en cuatro puntos del planeta, una joya de singular belleza y colgadas todas en un hilo de plata las colocaron en su cuello. En el mismo instante en que la gema tocó sus pechos, el alma de los caballos llegaron a sus corazones.</div>
<div style="text-align: justify;">
Comenzaron su andadura por el mundo para reunirse, aunque no sabían qué les llevaba a ello, pero quien les escuchaba se prendaba de sus palabras y con el transcurso de las semanas, las gemas se habían reunido en el mismo lugar donde fueron separadas, allí brotó del suelo una majestuosa estatua de piedra gris con la forma de cuatro caballos encabritados.</div>
<div style="text-align: justify;">
La voz del Creador sonó en las mentes de todo el mundo y la deidad se hizo con sus corazones, no con órdenes y coacciones, sino con una única súplica sincera.</div>
<div style="text-align: justify;">
Lo que se dijo nadie lo sabe pero los cuatro collares fueron depositados al cuello de los cuatro caballos, que comenzaron parpadeando, viéndose las gemas en sus ojos brillantes. Juntos caminaron despacio hacia Poniente, donde a esa hora se ponía el sol, y lentamente trotaron y luego cabalgaron hasta desaparecer.</div>
<div style="text-align: justify;">
Con ellos volvió la muerte, el hambre y la guerra pero también la victoria. Una guerra que en realidad, jamás se fue.</div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1279288613222996076.post-48145821343920558942012-10-16T17:57:00.000+01:002014-02-06T18:52:18.436+00:00La cueva del zorro<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #333333; font-family: Georgia, 'Times New Roman', 'Bitstream Charter', Times, serif; font-size: 12.727272033691406px; line-height: 18.984848022460938px; text-align: justify;"><br /></span></div>
<span style="color: #333333; font-family: Georgia, 'Times New Roman', 'Bitstream Charter', Times, serif; font-size: 12.727272033691406px; line-height: 18.984848022460938px; text-align: justify;">Hace tiempo, en la dehesa de la sierra baja de Cuenca, un zorro de hilo rojo buscaba un compañero que compartiera con él los paseos por las laderas del boscoso pinar, pero la zona era interminablemente extensa y pensaba que por siempre estaría solo. Así que una noche de luna llena subió a una alta colina, las más alta de todas, donde casi podía oler la plata lunar de la que estaba hecha y allí le preguntó: - Luna, luneta ¿dónde encontraré un amigo que me comprenda?</span><br />
<br />
<div data-mce-style="text-align: justify;" style="color: #333333; font-family: Georgia, 'Times New Roman', 'Bitstream Charter', Times, serif; font-size: 12.727272033691406px; line-height: 18.984848022460938px; text-align: justify;">
Alta y estupenda la luna habló con voz calmada: - Ve Lai a donde te lleve el viento, y busca un amigo antes de que yo vuelva a ser completa.</div>
<div data-mce-style="text-align: justify;" style="color: #333333; font-family: Georgia, 'Times New Roman', 'Bitstream Charter', Times, serif; font-size: 12.727272033691406px; line-height: 18.984848022460938px; text-align: justify;">
Lai permaneció allí pensativo hasta que amaneció, y cuando el regio sol gobernaba los cielos bajó a buscar a los animales que vivían en el bosque. El primero que encontró fue una culebrilla cerca de una charca:</div>
<div data-mce-style="text-align: justify;" style="color: #333333; font-family: Georgia, 'Times New Roman', 'Bitstream Charter', Times, serif; font-size: 12.727272033691406px; line-height: 18.984848022460938px; text-align: justify;">
- ¡Pequeña, pequeña culebra! ¿Querrías ser mi amiga?</div>
<div data-mce-style="text-align: justify;" style="color: #333333; font-family: Georgia, 'Times New Roman', 'Bitstream Charter', Times, serif; font-size: 12.727272033691406px; line-height: 18.984848022460938px; text-align: justify;">
Sigilosa y veloz escapaba la culebra, pues con prisas y atareada le contestó: - No puedo zorro, mi vida es azarosa y no dependo de otros para ser feliz.</div>
<div data-mce-style="text-align: justify;" style="color: #333333; font-family: Georgia, 'Times New Roman', 'Bitstream Charter', Times, serif; font-size: 12.727272033691406px; line-height: 18.984848022460938px; text-align: justify;">
Así que Lai siguió buscando por el bosque: las trabajadoras hormigas correteaban buscando alimento para el duro invierno, el jabalí enfadado le plantó cara y el zorro tuvo que huir temiendo por su vida, el ciervo saltaba tan rápido que no pudo ni darle los buenos días si quiera.</div>
<div data-mce-style="text-align: justify;" style="color: #333333; font-family: Georgia, 'Times New Roman', 'Bitstream Charter', Times, serif; font-size: 12.727272033691406px; line-height: 18.984848022460938px; text-align: justify;">
Así que cuando la luna era nueva Lai se rindió y acabó dentro de una oscura cueva, pensando que allí, sólo como se encontraba, terminaría sus días triste. Pero antes de que llegara el primer rayo de sol una nube negra comenzó a entrar en la cueva, y el batir de sus alas era tan fuerte que el pobre zorro sufrió de sus oídos hasta que el enjambre negro terminó de entrar. Cuando el silencio regresó, miles de ojos miraban a Lai desde el techo.</div>
<div data-mce-style="text-align: justify;" style="color: #333333; font-family: Georgia, 'Times New Roman', 'Bitstream Charter', Times, serif; font-size: 12.727272033691406px; line-height: 18.984848022460938px; text-align: justify;">
<br /></div>
<div data-mce-style="text-align: justify;" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', 'Bitstream Charter', Times, serif; line-height: 18.984848022460938px; text-align: justify;">
<b><span style="color: blue;">Sigue leyendo en <a href="http://moneika.wordpress.com/2012/08/18/la-cueva-del-zorro/" target="_blank">moneika.wordpress</a></span></b></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1279288613222996076.post-79663213094035063462012-10-16T17:51:00.000+01:002014-02-06T18:52:35.272+00:00Princesa de las flores<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<div data-mce-style="text-align: justify;" style="color: #333333; font-family: Georgia, 'Times New Roman', 'Bitstream Charter', Times, serif; font-size: 12.727272033691406px; line-height: 18.984848022460938px; text-align: justify;">
La princesa Anna vivía feliz en su castillo de piedra marmolada, hasta que un día las flores de los jardines comenzaron a secarse y a fallecer, algo realmente extraño pues se encontraban en plena primavera. Aunque lo verdaderamente extraño es que los pinos del bosque circundante también empezaron a morir y sus troncos se volvieron grises y apagados, ya no había vida alrededor, el palacio estaba rodeado de muerte y tristeza.</div>
<div data-mce-style="text-align: justify;" style="color: #333333; font-family: Georgia, 'Times New Roman', 'Bitstream Charter', Times, serif; font-size: 12.727272033691406px; line-height: 18.984848022460938px; text-align: justify;">
Como los ganados ya no tenían de qué alimentarse, pronto la gente del pueblo también empezó a marcharse y el lugar se convirtió en una ciudad fantasma, ya nadie había en aquel reino que quisiera seguir allí. Algunos decían que la tierra estaba maldita.</div>
<div data-mce-style="text-align: justify;" style="color: #333333; font-family: Georgia, 'Times New Roman', 'Bitstream Charter', Times, serif; font-size: 12.727272033691406px; line-height: 18.984848022460938px; text-align: justify;">
Como ya no tenían súbditos a los que gobernar, el rey y su princesita decidieron marcharse a otras tierras, cruzando la frontera al país colindante, con los que había buenas relaciones, esperando ser bienvenidos y poder quedarse allí hasta que Anna estuviera en edad casadera.</div>
<div data-mce-style="text-align: justify;" style="color: #333333; font-family: Georgia, 'Times New Roman', 'Bitstream Charter', Times, serif; font-size: 12.727272033691406px; line-height: 18.984848022460938px; text-align: justify;">
El camino fue duro, caluroso y aburrido, no se encontraron ningún caminante, ni siquiera ladrones que quisieran asaltar el carruaje. Y cuan grande fue la sorpresa cuando al llegar, el paisaje estaba tan desolado como su mismo reino. Ni una brizna de hierba se abría paso entre la tierra seca y rasgada por el sol, incluso las piedras parecían más muertas y frías de lo normal.</div>
<div data-mce-style="text-align: justify;" style="color: #333333; font-family: Georgia, 'Times New Roman', 'Bitstream Charter', Times, serif; font-size: 12.727272033691406px; line-height: 18.984848022460938px; text-align: justify;">
Los pocos guardias que seguían bajo la tutela del rey comenzaron a pensar que era él mismo y su sucesora los que estaban malditos, así que por la noche, cuando éstos dormían, se fueron lejos, donde la maldición no les alcanzase, llevándose los caballos y algunas provisiones.</div>
<div data-mce-style="text-align: justify;" style="color: #333333; font-family: Georgia, 'Times New Roman', 'Bitstream Charter', Times, serif; font-size: 12.727272033691406px; line-height: 18.984848022460938px; text-align: justify;">
Perdidos como estaban y habiendo sido siempre servidos por sus vasallos, el monarca maldito y su heredera comenzaron un duro viaje a través de inclementes caminos, donde los ríos sólo eran un fino hilillo entre polvoriento suelo, y eso cuando el agua no era negra y turbia, negándose a beberla.</div>
<div data-mce-style="text-align: justify;" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', 'Bitstream Charter', Times, serif; line-height: 18.984848022460938px; text-align: justify;">
</div>
<div data-mce-style="text-align: justify;" style="color: #333333; font-size: 12.727272033691406px; line-height: 18.984848022460938px;">
Pronto, las fuerzas del anciano rey comenzaron a hacer mella en su aliento, y tenían que descansar cada cierto tiempo. La princesa Anna notó que sus manos se llenaban de callosidades por rebuscar en el suelo alguna baya o raíz que llevarse a la boca, y que su vestido estaba sucio y raído, ya no parecía una princesa.</div>
<div data-mce-style="text-align: justify;" style="color: #333333; font-size: 12.727272033691406px; line-height: 18.984848022460938px;">
Como se pronosticaba, el rey falleció agotado, hambriento y sediento, y Anna pronosticaba su triste final si debía continuar el camino sola y desprotegida.</div>
<div data-mce-style="text-align: justify;" style="color: #333333; font-size: 12.727272033691406px; line-height: 18.984848022460938px;">
Quedose allí sentada, sollozando durante tres largos días, bajo las inclemencias del tiempo, que terminaron de llevarse el poco brillo de su hidalga belleza.</div>
<div data-mce-style="text-align: justify;" style="color: #333333; font-size: 12.727272033691406px; line-height: 18.984848022460938px;">
<br /></div>
<div data-mce-style="text-align: justify;" style="line-height: 18.984848022460938px;">
<b><span style="color: blue;">Sigue leyendo en <a href="http://moneika.wordpress.com/2012/08/24/princesa-de-las-flores/" target="_blank">moneika.wordpress</a></span></b></div>
<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1279288613222996076.post-5697924635178090722012-10-16T17:31:00.000+01:002014-02-06T18:52:52.412+00:00Anjana<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<div data-mce-style="text-align: justify;" style="color: #333333; font-family: Georgia, 'Times New Roman', 'Bitstream Charter', Times, serif; font-size: 12.727272033691406px; line-height: 18.984848022460938px; text-align: justify;">
El hada de los lirios entregó su magia para desposarse con su amado Galesh, el rey de los elfos, y dijo adiós a la vida entre las flores. Obtuvo el tamaño ideal pero las alas permanecieron como un anhelo de lo que un día fue.</div>
<div data-mce-style="text-align: justify;" style="color: #333333; font-family: Georgia, 'Times New Roman', 'Bitstream Charter', Times, serif; font-size: 12.727272033691406px; line-height: 18.984848022460938px; text-align: justify;">
Ya no podría volver a revolotear junto a las mariposas, ni ver crecer las bayas, ya no podría esconderse dentro de un cañaveral, ahora era Anjana, la reina de los elfos.</div>
<div data-mce-style="text-align: justify;" style="color: #333333; font-family: Georgia, 'Times New Roman', 'Bitstream Charter', Times, serif; font-size: 12.727272033691406px; line-height: 18.984848022460938px; text-align: justify;">
A modo de despedida, sus hermanas llamaron a todas las aves del mundo y la acompañaron hacia el altar de hiedras, colocado allí, entre dos robles, desde tiempos inmemoriales. Su vestido fue tejido por arañas y abejas, y cayó sobre él un rocío mañanero de piedras preciosas.</div>
<div data-mce-style="text-align: justify;" style="color: #333333; font-family: Georgia, 'Times New Roman', 'Bitstream Charter', Times, serif; font-size: 12.727272033691406px; line-height: 18.984848022460938px; text-align: justify;">
No estaba triste, pues amaba lo que era, seguiría cuidando de la naturaleza aunque muriera "Soy Anjana" se dijo "y por siempre en mi alma llevaré, el espíritu del bosque".</div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1279288613222996076.post-28638189341230762202012-10-03T19:41:00.000+01:002014-02-06T18:53:25.645+00:00El lobo solitario<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div style="font-family: inherit; text-align: justify;">
<div class="MsoNormal">
Hace mucho, en un reino donde
habitaba la magia, vivía entre montañas un anciano solitario, que no albergaba
en su corazón ningún sentimiento. Ninguna emoción albergaba su corazón, pues
nunca jamás le hubieron enseñado alguno.</div>
<div class="MsoNormal">
En un caseto de madera, tristemente
decorado, con algunos pocos muebles y tan poca esperanza igualmente, el anciano
cuidaba de su pequeño ganado y de algunos metros de tierra que pagaba al rey
asiduamente.</div>
<div class="MsoNormal">
No tenía habilidades especiales,
no era experto en nada, sabía poco de muchas cosas. Lo único que bien hacía era
sobrevivir en una montaña fría pero eso, y él lo sabía, no era vida.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Fue en una oscura y cruda
noche que se quedó dormido mirando la fogata en su chimenea, cómo crepitaban
las chispas, de un lado a otro, muy coquetas, soñó con el calor de una mujer, con la exquisitez
de sus manos en su cuello rozar, con una familia cariñosa y un perro protector,
que lo esperaba en la entrada, igual que cada mañana.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Tan profundo fue su sueño que
apenas notó como aquellas juguetonas cenizas, caían al suelo de madera, que
pronto se extendía y lo envolvía en una tumba de ardoroso fuego.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Casi muere, es cierto, pero un
venado golpeó con fuerza su puerta y dando coces se adentró en la cabaña de
madera. El ruido despertó al anciano del ensueño que rápidamente se vio disipando
las llamas. Lo ocurrido produjo heridas mortales en el ciervo, aunque el
hombre, viejo, sufrió achaques en el pescuezo y tuvo que refrescarse el pecho.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Un venado herido era un buen
aporte de alimento pero ¿cómo matar a quién lo había salvado? Así bien, curó al
venado, le proporcionó agua y arropo en lo que quedaba de noche y por la
mañana, dejando la puerta abierta, el ciervo volvió al bosque.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Aquella misma tarde, en una ronda
matutina para recoger trufas y otros hongos, se apareció ante él aquel animal
majestuoso, con heridas notables en su pelaje y astillada la cornamenta. Qué
querrá el animal, que se presenta tan galante ante un posible atacante.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Las robustas patas se
convirtieron en finas extremidades, las astas en cabello y el hocico de
rumiante en cara de doncella.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Una voz fresca como una mañana de
primavera se dirigió al viejo: ¿Acaso no sabéis anciano, a quién habéis
salvado? Tenéis amable corazón aunque repudiéis de ello ¿qué puedo daros que
esté en mi mano? <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
El hombre solitario así vivía
porque él quería. Aunque nadie lo entendiese, él veía alrededor su mejor
compañía: Todo cuanto pido, sino es deseo baldío, es quedarme en este bosque
aún cuando la muerte me lleve. Si los años que poseo me los dieras de nuevo,
nada me haría más feliz que ver en otras criaturas la familia que tanto he
amado.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Así y para siempre, la ninfa del
bosque convirtió al anciano en lobo, y le dio tantos años de vida como los que
ya había vivido. Así pues, el anciano lobo protegía el bosque y todas las demás
bestias. Si algo malo ocurriera, él estaba alerta y aullaba a la luna en señal
de alarma.<o:p></o:p></div>
</div>
<span style="font-family: inherit;">
</span>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1279288613222996076.post-30186800968617035532012-10-03T19:26:00.003+01:002014-02-06T18:54:33.058+00:00Bienvenida<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Desde hace tiempo ando usando wordpress y publicando todo lo que me cruza por la cabeza, y como yo soy mucho de andarme por mi mundo mágico de Inopia, pues muchas cosas se me ocurren para publicar. </div>
<div style="text-align: justify;">
Pero desde hace algún tiempo he empezado a pensar cuentos infantiles -y no tan infantiles- para distracción de todo el que lo quiera leer, y sobretodo para distracción mia.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Los cuentos se me empezaron a acumular y ahora veo la necesidad de un único blog para mis cuentos, que tanto me hacen soñar, así que bienvenidos a mi blog "cuentil" y espero que sean del agrado de todos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
¡Bienvenidos a "Inopia"!</div>
<div style="text-align: justify;">
Moneika.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
Unknownnoreply@blogger.com0